En la esquina de la Calle Reyes Católicos, junto a la Diputación de Córdoba, existe un semáforo que sirve para pasar un sólo carril. El peatón que lo pille en rojo puede llegar a esperar un minuto y veinte segundos, por lo que Petra Martín nos lo manda como claro candidato al premio Semáforo Aburrimiento 2009. Desde nuestro punto de vista, es indecente que se obligue a los peatones a esperar ese tiempo para cruzar un distancia de 3 metros. Evidentemente, los peatones miran, y si no ven ningún coche, cruzan. Si en este momento se produjera un accidente, ¿de verdad sería la culpa del peatón? ¿O más bien podríamos decir que el peatón ha sido obligado a infringir la norma? Se podría argüir que las leyes están hechas para cumplirlas, pero cuando los elementos de circulación alcanzan este grado de absurdo, creo que tenemos todo el derecho de denunciarlo para que cambien los conceptos que guían la circulación en nuestra ciudad.
En este paso es evidente que la prioridad debe ser SIEMPRE peatonal, y debido a la anchura de la calle y la velocidad de los vehículos, que vienen de una curva, es innecesaria la colocación del semáforo. Si además queremos repensar la circulación desde el punto de vista de la prioridad del peatón en nuestras calles, sería el lugar ideal para localizar una acera continua, elemento del viario que existe en otras ciudades, y que hace que el peatón no abandone en ningún tenga sensación de abandonar la acera, su "lugar seguro". Es el coche el que se adentra en la acera, y no el peatón el que "invade" la calzada. Pensando los cruces desde el punto de vista de la prioridad del peatón obtenemos tipologías diferentes y mucho más seguras.
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