domingo, 31 de mayo de 2009

60 segundos: ¿Qué se quiere conseguir con este semáforo?

60 segundos.
Artículo aparecido en la sección Querido Colega Peatón de la revista trimestral Enbiciate de la Plataforma Carril Bici de Córdoba, firmado por Pedro Pérez.

Para algunos un mundo, para otros un suspiro. 60 segundos, 1 minuto. Para mí, es el tiempo añadido que tardo en llegar al trabajo desde estas navidades. Alguien ha decidido que 1 minuto del tiempo de un peatón vale menos que 1 minuto del tiempo de un conductor. Donde antes había un paso peatonal, ahora se ha instalado un semáforo. El lugar, el paso de peatones delante del Colegio de Arquitectos de Córdoba. No regula ningún cruce (las vías perpendiculares posteriores son de salida y no de entrada), no es una calle donde los vehículos deban ir demasiado deprisa (50 metros después, el bulevar interrumpe la linealidad y obliga a girar en la mayoría de los casos, haciendo reducir la velocidad). ¿Es necesario entonces el semáforo, es necesario introducir una parada en el camino del peatón? Alguien podrá decirme que se implanta para aumentar la seguridad del peatón, porque se producían situaciones en que los peatones tenían miedo de cruzar. Si ésta es la razón, ¿se ataca la causa o la consecuencia? La implantación de semáforos debe ser considerada como una opción de renuncia, de aceptación de que el riesgo y el peligro de las calles en donde se instalan no se puede reducir de otra manera, por ejemplo, disminuyendo por otros métodos el número de vehículos que por allí pasan y sus velocidades (mediante lomos, estrechamientos, cambios de pavimento, refugios centrales). Las calles, y más las calles céntricas, verdaderos centros representativos del carácter de una ciudad, deben volver a ser pensadas priorizando a las personas y no a los vehículos a motor, auténticos artífices de la deshumanización de los espacios públicos. Estas calles deben recuperar sus funciones primigenias de espacio público de intercambio, de contacto, de comercio, a costa de aquellas simplemente circulatorias. Y cada acción que se realice sobre el espacio público debe hacernos reflexionar sobre si vamos en la dirección correcta en este sentido o no.

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